es la marcha de las grullas que nos han acompañado desde mediados de octubre, y que a su vez nos indican que el invierno está terminando y llega el buen tiempo.
Este año sobre todo desde el miércoles 19 de febrero
se está apreciando con más intensidad esta migración, llegan unas de
Extremadura y al día siguiente se marchan miles y miles, el jueves 20 dicen que
fue sorprendente las que marcharon y aun así el censo de la noche era de 55.947
grullas, yo pude disfrutar de la migración del sábado 22 y el domingo 23 que
sobre las 10.30h o las 11h, comenzaron a marchar, fue un espectáculo visual y
auditivo, ver como cogían las térmicas para realizar su viaje.
Mentalmente todos relacionamos las grullas se van el
buen tiempo llega, pero este año ha sucedido algo extraño, o por lo menos mis
abuelos nunca lo habían experimentado, ayer martes 25 de febrero fue muy
extraña, en mi casa todos estábamos sorprendidos y perplejos, sobre las 22.50h
comenzó a tronar, y todos en casa nos quedamos un poco como diciendo ¡! ha sido
un trueno!
La curiosidad
nos llevo a subir a la segunda planta para mirar por la ventana y efectivamente
estaba tronando y la oscuridad de la noche se iluminaba con relámpagos, lo
curioso es que a la vez caía granizo, agua y fuerte viento, algo que
recuerda a una típica tormenta de verano. Al cabo de 20 minutos todo paso y
simplemente nevaba de forma débil. Dejando el suelo cubierto por una fina capa
de nieve al amanecer.
Parece algo insignificante pero en mi casa ayer fue
todo un trajín de subir y bajar para comprobar que lo que se había visto y oído
era todo cierto y no producto de la imaginación sobre todo mis abuelos.
La cuestión es que esta mañana era una típica mañana
fría del mes de febrero, pero en la cual ya comenzamos a poder disfrutar de
otros amigos que nos visitan por la zona y que relacionamos mas con el buen
tiempo.
Bye bye grullas, bienvenido el buen tiempo….
Primavera, verano…..