jueves, 14 de noviembre de 2013

Celebraciones

Seguro que nunca os habéis parado a pensar la cantidad de celebraciones que tenemos durante todo un año, y que casi todas las celebramos con comida, bebida, regalos,…  gastos y diversión, parece que van siempre de la mano.

Comenzamos con Año Nuevo, y Reyes, en mi caso vivo en Gallocanta como ya os lo he dicho un millón de veces (orgullo, de mis raíces) también se celebra la fiesta de Invierno de la Cofradía de San Fabián y San Sebastián, Santa Águeda, San Blas, Festival de grullas de febrero, Carnaval, Semana Santa, San Jorge, día de la cooperativa, fiestas de verano, Todos Santos, Hallowen, otro festival de grullas, La constitución y la Inmaculada, Navidad…. Bueno y muchos más que se improvisan en función de climatología, observación de las estrellas …..


La cuestión es que siempre estamos con una fiesta o con otra.  Por supuesto no podemos olvidar los cumpleaños, de amigos y amigas, de padres, madres, abuelos, tíos, primos y el nuestro propio.



Francamente está muy bien tener tantas obligaciones festivaleras pero en alguna ocasión nos hemos parado a pensar el presupuesto económico que necesitamos para  poder participar de lo que la sociedad de forma directa o indirecta nos impone.

 Hoy es 14 de noviembre y en la televisión ya nos invaden con propaganda de colonias, películas, dulces, bombones, felicidad, paz, amor…. Todo enfocado al consumo de navidad, yo personalmente primero tengo que pensar en el regalo del cumpleaños de mi madre a finales de este mes, después como y con quien celebrar mi cumpleaños el 1 de diciembre,  a finales de año el cumpleaños de mi abuelo, y finalmente con lo que me quede del presupuesto pensar en las Navidades. 

Creo que la sociedad en general y más en los tiempos que nos toca vivir con el tema de la crisis, debería de ser un poco más moderada con el abuso de publicidad subliminal de consumo, consumo… a la cual nos vemos sometidos.

Todos tenemos derecho a festejar o celebrar con mayores o con menores recursos, ya que esto nos llevara a encontrar la felicidad y “la felicidad no se compran, ni se vende”, por mucho que la pongan en los anuncios como reclamos de cualquier producto.

En resumen solo quería invitar a todo el mundo a ser feliz y que todos disfrutemos de las celebraciones, cada uno dentro de sus posibilidades y “olvidemos la publicidad consumista, que pueda agobiarnos”.  

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