jueves, 3 de abril de 2014

EXPERIENCIA FAMILIAR NATURALEZA : AMANECER - ATARDECER EN GALLOCANTA


Esta semana finalmente ha sido especial, aparte de tener exámenes (como casi todas las que nos quedan hasta final de curso), para poder desconectar de la rutina, los nervios y el stress, cada persona busca su forma de relajarse o de hacer una “ PAUSA”, algunos escuchan música, otros se van a correr y en mi caso, esta semana acepte una propuesta que me ofreció mi familia.

 

La propuesta consistía en salir dos días a realizar turismo diferente en Gallocanta, algo que se había propuesto mi madre en concreto, para demostrar que hay otro tipo de visita a la laguna, a parte de la que realiza todo el mundo en general.

Primera respuesta, un rotundo “NO” , ya que esa propuesta me parecía una tontería o perdida de tiempo, finalmente después de pensarlo mucho aceptamos tanto  mi hermano como yo, total la finalidad  de estar en familia y desconectar, eso sí que iba a pasar y de esta forma seguro que no protestaban nuestros padres por la negativa de pasar tiempo juntos.

 

La idea era intentar demostrar que en cualquier ecosistema aunque nosotros a primera vista no veamos fauna, si sabemos lo que deseamos encontrar, en muchas ocasiones nos puede llegar a sorprender, mi madre quería demostrar con fotos esta realidad, por lo tanto nos planteo simplemente dos días de prueba al amanecer y al atardecer, esto fue el domingo 30 de marzo y el martes 1 de abril la franja de horario había que estudiarla, finalmente al amanecer desde las 7.30 a las 8.30 el domingo y por la tarde desde las 7.30 a las 9 y el martes había que modificarlo por nuestra asistencia al instituto por lo tanto la excursión fue más corta ya que teníamos que estar de regreso a las 8 para poder coger el taxi que nos baja a Calamocha.
 

 
Creo que ha sido la experiencia, más extraña y agradable que he tenido nunca, quizás también influyera que no éramos conscientes de la propuesta y pensábamos que todo sería un aburrimiento y una pérdida de tiempo.
 





Cuando salíamos al amanecer, ya en el camino íbamos encontrando especies variadas, pero lo mejor estaba todavía por sorprendernos y es la sensación de “escuchar” al atardecer. Las personas nos encerramos en nuestros hogares y parece que el mundo exterior se detiene y justamente resulta suceder al contrario, “todo un mundo de vida se pone en movimiento” esta frase es la que escuchaba durante todo el tiempo que duro la experiencia, y francamente tenía razón  mi familia.

Estar en el observatorio de la Reguera ( Cuerlas) y comenzar a escuchar por primera vez un sin fin de sonidos de animales a nuestro alrededor y de pronto, algo grande se mueve a nuestros pies, los cuatro estábamos en silencio con el corazón a mil por hora, podíamos escuchar los jabalíes justo debajo de nuestros pies en los carrizos y en las charcas que forman los ribazos y acequias que están al lado, después de un rato ya casi anocheciendo pudimos ver con nuestros catalejos y primaticos, 4 jabalíes que salían a comer y deambulaban por la zona, al marcharnos otra vez mi corazón palpitaba como hacía tiempo , se cruzaron en el camino de regreso a Gallocanta dos jabalíes adultos con sus 4 crías, que al ver las luces del coche los adultos dejaron rezagadas y a las pobres les costó dar el salto para esconderse en el barranco que bordea el camino.


Las otras excursiones no han sido menos sorprendes , todo lo contrario he podido ver más corzos en libertad que en toda mi vida junta, después del recuento había más de 15 ejemplares que como son tan temerosos podíamos observarlos desde lejos con nuestros catalejos y Telescopios pero en dos ocasiones una llegando al observatorio de los Ojos y otra llegando al de la Reguera dos grupos se nos cruzaron literalmente justo delante del coche, fue realmente emocionante ver como corrían y saltaban en libertad, para ir a esconderse en los carrizos, que también están llenos de jabalíes, pero que parece no molestar, ni a unos ni a otros, ya que momentos más tarde cuando llegábamos a la Reguera pudimos contar más de 20 jabalíes que también acudieron a dormir al mismo sitio, y unas 35 grullas que todavía permanecen en esa misma zona, por lo tanto podías ver distintas especies en un espacio reducido de terreno.







 
Francamente ha sido una de las experiencias que no podre olvidar con facilidad, por la cantidad y variedad de especies vistas, en un recorrido corto  Gallocanta – Ojos - Reguera,  y en dos franjas de tiempo muy concretas, en las cuales jamás se me habría podido pasar por la imaginación poder tener la capacidad de que me trasmitieran tantas sensaciones y emociones, lamentablemente las cámaras de fotografía que llevábamos son normalitas y al tener en ocasiones poca luz , quizás no se puede apreciar la experiencia, pero de regreso a casa todavía nos esperaba alguna que otra sorpresa



 
Esta próxima Semana Santa ,a pesar de tener que estudiar para otros exámenes y de quedar con amigos que no veo desde el verano, espero poder repetir la experiencia, aunque  lamentablemente seguro que no es lo mismo, ya que me acabo de enterar que la administración ha aprobado desde el lunes 7 abril hasta el 31 mayo la posibilidad de hacer batidas o esperas nocturnas para erradicar tantos jabalíes, que por lo visto están haciendo daño en los guisantes sembrados y que supuestamente más adelante dañaran patatas, pipas o  el maíz que siembran cerca de Bello.
Lamentable esta situación, pero desde luego la experiencia vivida con mi familia en mi territorio, la califico de: sorprendente, emocionante, inolvidable, irrepetible…..
 

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